Seis respuestas a la pregunta ¿Quién es Chris Ware?

Ante la visita de Chris Ware a Madrid, el día 10 (Museo Reina Sofía. Encuentro con Elisa McCausland a las 11:00) y 11 de octubre (Museo Reina Sofía. Encuentro con Enrique Bordes, Carla Berrocal y Raquel Jimeno a las 19:00) y a Granada, día 13 octubre ( Palacio de la Madraza. Encuentro con Sergio García a las 12:00 ), permitidme que responda esta pregunta: ¿Quién es Chris Ware?

¿La razón? Aunque es considerado uno de los historietistas mas importantes del siglo XXI no es de los mas populares. Para una lectora ocasional de tebeos, su nombre y su importancia es desconocido, para un lector mas o menos frecuente su nombre es conocido y en algún momento ha intentado leer Jimmy Corrigan El chico más listo de la Tierra, pero dirá “no entendí gran cosa con esas múltiples viñetas y esas ¡ letras tan pequeñas! Todo era tan triste y confuso que no llegué a las cien páginas”. Y para todos aquellos y aquellas que son lectores habituales de cómic, muy pocos tienen la duda de que Chris Ware es una de las figuras claves del arte del cómic por haber revolucionado su lenguaje en el siglo XXI, pero este reconocimiento no significa que se hayan leído todas sus obras, dejando como resultado que la escasa presencia de los cómics de Ware en las diversas paginas web especializadas y podcast ¿Esto cambiará tras su visita a España? ¿Aumentará la necesidad de conocer, leer y hablar sobre su obra? Yo pienso que sí, y ahí están los ejemplos de Seth y Daniel Clowes, quienes no son historietistas multiventas ni los mas populares, pero su presencia y el conocimiento sobre ellos y sus obras fueron mayores tras venir a España.

Tras esta breve introducción y como muestra de los numerosos textos y audios que se dedicarán a la figura de Chris Ware en las próximas semanas, he aquí las seis respuestas a la pregunta ¿Quién es Chris Ware?

1.CARIÑO Y AUSENCIA

Franklin Christenson Ware (1967, Omaha) es uno más de los miles de niños que nacieron en Estados Unidos en los sesenta y fueron “abandonados” por sus padres. ¿Las causas? Diversas, en todo caso, la combinación revolución sexual, matrimonio e hijos en aquella década, en muchas ocasiones no salió muy bien. Un ejemplo de ello es Ware, otro, Daniel Clowes, y ambos han representando este hecho en sus cómics. En el caso del historietista de Omaha en Jimmy Corrigan El chico más listo de la Tierra y en el de Chicago en su reciente novela gráfica, Monica.

Por esta razón Chris Ware fue criado por su madre y sus abuelos maternos, siendo estos últimos figuras muy importante para él, tanto emocionalmente como artísticamente. Su abuelo, Frederick John Harper Ware, soñó con ser dibujante de cómics pero finalmente se convirtió en editor del periódico Omaha World Herald y responsable de su página de tira de prensa. Y su abuela, Clara Lousie Ware, fue narradora de historias orales que fascinaban al pequeño Chris, además de ser la primera en ejercer la crítica sobre el trabajo del joven Ware. Sin su cuidado y sus consejos, el Chris Ware de hoy sería muy distinto. Ware la recordó en los cómics de Quimbies the mouse (el periodo de enfermedad de su abuelas) así como en el cómic de dos páginas titulado Every Morning. En cuanto a la particular historia de su madre, sus diferentes maridos, su abuelo y su abuela, Ware la sintetizo en una página sin título protagonizada por ¡una lampara!

En las páginas finales de aquella epopeya de generaciones de niños abandonados por sus padres que es Jimmy Corrigan El chico más listo de la Tierra, Chris Ware recuerda la figura de su padre, quien tras treinta años sin comunicación alguna, un día de 1997 (Chris Ware llevaba ya 4 años trabajando en Jimmy Corrigan y “el reencuentro del padre perdido”) le llamó, siendo al año siguiente, con el consejo de su mujer (que había pasado por una experiencia similar), cuando se encuentran físicamente, cenan y hablan. En el año 2000, año en el que se publicó la recopilación de la historia familiar de los Corrigan varones a lo largo de cien años, es cuando a Ware le comunican que su padre ha fallecido. La duración de su encuentro con él, fue mas o menos la misma que la de los personajes del cómic: breve y diferente a como uno podía esperarse.

2.LA TEORÍA DEL TODO

El pequeño Chris Ware cayó rendido a los cómics de superhéroes desde que descubrió una gran pila de cómics de DC de principios de los sesenta en el sótano de la casa de sus abuelos. Ware, que iba a las clases de dibujo que impartía el dibujante de Omaha, Hank Barrow, no solo leía y caía fascinado ante el mundo que se mostraban en esos cómics, sino que copiaba una y otra vez esos cómics. Del mimo modo que vemos en Rusty Brown como Chalkie y Rusty comienzan a ser amigos en torno a la figura de Supergirl, Ware recuerda que en 2º de Primaria tuvo un amigo con el que compartía el mismo interés por el dibujo y el coleccionismo de cómics de superhéroes.

Además de por las opiniones de su abuela sobre esos cómics, todo cambió cuando en el mismo sótano, encontró y empezó a leer las tiras de prensa de Peanuts, ante ellas, no caía rendido ante ese mundo de figuras paternas salvadoras de mundos y vidas humanas, sino por la cercanía que sentía hacia esos personajes creados por Schulz. Para Ware; Charlie Brown, Linus, Lucy, Marcie, Snoppy y compañía, eran personajes muy cercanos, eran sus amigos. Un ejemplo de ello, fue el envió por parte del pequeño Ware de una carta de San Valentín dirigida al pobre Charlie Brown, quien siempre se encontraba vacío el buzón en aquellas fechas.

La figura del superhéroe como símbolo ha estado presente en la obra de Ware desde el principio, su primera dominical publicada en 1992 en el periódico gratuito de Chicago, New City, estuvo protagonizada por un hombre que vestía como Superman, el título que le puso Ware fue GOD. Otros ejemplos son el cómic titulado I guess que se publicó en RAW Magazine, vol 2, nº3 o en las historias protagonizadas por el pequeño Jimmy Corrrigan que no se incluyeron en la novela gráfica (muestra de ello la que se narra en ACME Novelty Library#10)

Y que decir de Charlie Brown ¿a caso los diferentes alter egos iniciales que tuvo Chris Ware, como la patata que protagonizó los cómics Walking up Blind o Jimmy Corrigan, no beben de su personalidad perdedora?

La tercera revelación no vino está vez del sótano de sus abuelos, sino del de una tienda de cómics y un librero que le dejó leer los cómix undergrounds, donde, entre otros, descubrió la figura de Robert Crumb. En los dos ACME Novelty Datebook se puede leer cómics que muestran a un Ware muy cercano con el espíritu gamberro de los Comix, pero el cómic que Ware considera que mas le ha inspirado y del que se ha “apropiado” numerosas veces es A Short History of America de America, habiendo varios ejemplos de ello en Jimmy Corrigan El chico más listo de la Tierra y Building Stories.

A todo ello se le ha de sumar la inspiración, recuperación y reivindicación de obras realizadas por los pioneros del comic strip, especialmente de dos: el Gasoline Alley de Frank King y el Krazy Kat de George Herriman. Dos obras que no solo le han influido profusamente a nivel de composición y ritmo sino también en cuanto emoción y subtexto. Para muchos lectores jóvenes, tirar desde Ware hacía atrás fue descubrir a Crumb, a Schulz, a King y a Herriman. En 2002, ante la intención de Fantagraphics de publicar por primera vez todas las dominicales de Krazy Kat, tuvieron claro quien se debía encargar de las portadas: Chris Ware. Y de la misma manera Drawn & Quartely con su proyecto (incompleto) de publicar las primeras tres décadas de tiras diarias de Gasoline Alley, pero en este caso la implicación de Ware con el proyecto fue mucho mayor, pues además de las portadas, Ware participo en la entrevista con la nieta de King y en la recopilación de numeroso material entregada por ella.

En definitiva, en esta ardua tarea de unificación y de crear e instaurar una genealogía alternativa a la estándar, Ware incorpora en su trabajo variados autores, tanto del manga como Suihō Tagawa (portada del ACME Novelty Library#11) y Gajo Sakamoto (portada para el Tank Tankuro), como del cómic europeo como Hergé (la linea clara empleada por Ware procede directamente de él, y su influencia es explícita en Rusty Brown, donde fusiona las novelas pulp con uno de los cómics mas populares de Tintín), así como autores de las primeras décadas como Crocket Johnsons (portada del libro Crockett Johnson and Ruth Krauss: How an Unlikely Couple Found Love, Dodged the FBI, and Transformed Children’s Literature).

3.SINTETIZAR Y EXPANDIR

En 2020 en una conversación que Debbie Millman entabló con Chip Kidd y Chris Ware, el diseñador gráfico de Only What’s Necessary – 70th Anniversary Edition: Charles M. Schulz and the Art of Peanuts señaló «No soy un experto en poesía haiku, pero es una forma muy, muy estricta, de transmitir mucha información y emoción a través de lo mínimo, y creo que la portada de un libro también hace eso». Sin duda Chris Ware asume estas palabras como propias, pero en su caso, como le comentó a Millman «No me considero un ilustrador, me considero un cartoonist. Escribo historias con imágenes, no ilustro historias con imagenes.»

Y bajo estas dos consideraciones podemos observar dos enfoques distintos en las portadas y carteles realizados por Chris Ware: un ejercicio de sintetizar y condensar o un empleo de diagramas. En ambos casos, desafía al lector a que lea las imágenes, lo que ellas narran estas.

Una muestra de lo primero son sus portadas para The New Yorker donde narra una historia, en la mayoría de las ocasiones centrada en la realidad presente, con una imagen. Los ejemplos son numerosos; en la portada titulada Stop de 2016 refleja de manera muy impactante y concisa la tensión social y racial, y como esta debe de PARAR. Algo similar sucede con la portada titulada Lockdown donde vuelve a reflexionar sobre el problema de los tiroteos en los colegios e institutos (ya tratado en la trilogía que forman las portadas Back to School de 2012, Threshold de 2013 y All Together Now de 2014) pero en esta ocasión desde el punto de vista de la profesora y los alumnos que llevan a cabo el protocolo y permanecen en silencio sentados en el suelo del aula. Otro ejemplo de sintexís es la portada Money de 2010 donde los diferentes elementos que la integran reflejan los problemas económicos que las familias sufrieron en aquellos momentos a causa de la crisis inmobiliaria y financiera. Esta portada, además, estaba protagonizada por los protagonistas de la segunda Novela Gráfica de Ware, Building Stories.

Esta es otra de las características de Ware, las historias pueden terminar recopiladas en un solo formato, pero las distintas partes pueden haber tenido diversas formas y presentarse a lo largo del tiempo, y el mejor ejemplo de ello es la futura Novela Gráfica, aún sin título, de la que Ware nos ha ido enseñando pequeñas partes. La primera, con la portada Hold Still de 2005, que continuó al año siguiente con la cuádruple portada dedicada a Acción de Gracias, cuya recopilación en ACME Novelty Library#18 1/2 venía con un cómic de una página protagonizada por la chica adolescente y sus padres. Chris Ware tardaría 14 años en mostrarnoslas de nuevo pero por fin lo hizo con el cómic digital I guess We’re Here que realizó para el MoMA. Tras ello la presencia de estos personajes estuvieron mas presentes al año siguiente; el cómic Pareidolia para Gulf Coast Jounal, High Rise Anxiety para The New York Times y New York au temps du Covid para Le Monde.

Esto mismo podemos también verlo con los personajes que protagonizaron su portada famosa portada Bedtime (2020), los cuales también estaban presentes en High Rise Anxiety del mismo año y recientemente (enero de 2023) han protagonizado la dominical que se publico en en Le Monde Diplomatique alemán.

Como se ha señalado antes, las portadas de Ware pueden tener también un carácter expansivo con el empleo de la infografia. Los ejemplos de estos son también abundantes, siendo uno de los mas paradigmático las guardas de Jimmy Corrigan El chico más listo de la Tierra que al extenderlas, una de sus caras nos mostraba, a través de viñetas y diagramas, distintas escenas por las que habían pasado las cinco generaciones de Corrigan: hijos únicos, varones y criados solo por el padre o la madre.

Este modo es el mismo que empleo Ware para narrar su historia para la portada de Monographics. Además podemos verlo tanto en el poster que realizo para el Festival de Anguoleme, en la portada animada del New Yorker titulada Ups and Downs (2022) o en el mural que realizo en la parte superior de la fachada del edificio de la organización 826 Valencia de San Francisco que apoya el desarrollo de habilidades de escritura creativa en jóvenes.

4. INABARCABLE

En su idea de experimentar y llevar el lenguaje del cómic más allá de las fronteras conocidas, en 2011 realizo el cómic titulado Touch Sensitive para la palicación iOS de McSweeney. Lo revolucionario de este cómic es que Ware lo realizó pensando en el formato en el que iba a estar, en aprovechar los posibilidades que, en aquel momento, ofrecía una pantalla táctil como la del Ipad. Para este proyecto Ware se apoyo en John Kuramoto para la animación y en el estudio Spaces of Play para el desarrollo. Y justamente es con Kuramoto con el que Ware ha realizado trabajos animados, entre otros el tráiler de una ficticia serie animada de Rusty Brown, el corto Quimby the Mouse y una serie de colaboraciones con el programa radiofónico de Ira Glass, The American Life. Entre estos se halla Mirror (2015), donde Ware y Glass llevan la portada The New Yorker aún mas lejos al enfrentarla a un caso de real de una madre que descubre con estupor como está enseñando de manera inconsciente estereotipos y enseñanzas machistas a su hija. En The Cameraman (2011), Ware vuelve a uno de sus temas recurrentes en sus portadas: nuestra visión cada vez mas dependiente de la pantalla. Pero además es una loa a la creatividad, al trabajo en equipo, al disfrute del juego, pero también una reflexión sobre el bullying y una crítica al periodismo sensacionalista, donde lo mas importante es ser el primero en dar la noticia. Con Marriage as Rerun (2009), Ware, Ira y Kuramoto narran el episodio real vivido por el matrimonio formado por Robert y Tamar en su encuentro con Jackie Kennedy Onassis, con ello Ware puede contar otro de sus temas preferidos: la memoria, la cual la modificamos con el paso del tiempo, haciendo que un mismo episodio vivido por dos personas sean recordadas de manera distinta.

En 2008 HBO dio luz verde a ACME Novelty Network un proyecto audiovisual creado por Ware que presentaría pequeñas piezas de animación y de marionetas. Las primeras tendrían una duración de tres o cuatro minutos y estarían protagonizadas por los personajes Putty Gray y Sandy Grains. Pero vino la crisis financiera y el proyecto se canceló, pero parte de la idea no cayó en saco roto y Ware la utilizó para el cómic digital Last Satudays (2015) que se publicó en la página web del periódico The Guardian.

La obra de Chris Ware no se constriñe al formato de novelas gráficas y permeabiliza en múltiples espacios resultando complicado el conocer todo los trabajos que realiza. Por un lado tenemos el homenaje que realizó a Peanuts y a Schulz en el tomo recopilatorio Top Shelf Asks the Big Questions (2003) y por otro lado las guardas del McSweeney’s Issue 13 que editó el propio Ware donde imagina a Dios logrando que los cómics sean el arte mas popular y el de mayor reconocimiento para los lectores y los críticos. Y del mismo modo se tiene el puzzle donde Chris Ware comprime el mastodóntico Building Stories en 1000 piezas (Presspop, 2022), los tres posters que realizó en beneficio de la Historial Society de Oak Park donde empleaba un recurso creado por Richard McGuire en Here, el cómic presente en el calendario de adviento que realizó para La Mére de Famillé (2020) y el mural para la óptica Warby Parker titulado Seeing & Remembering (2019).

5.¿NOVELA GRÁFICA?

Las obras de Chris Ware que se han podido adquirir en las tiendas de cómics son los 21 volúmenes de ACME Novelty Library (1993-2020), Floyd Farland (1987), Jimmy Corrigan El chico más listo de la Tierra, Quimbie the Mouse (2003), The Acme Novelty Library Final Report to Shareholders and Rainy Day Saturday Afternoon Fun Book (2005), Building Stories (2012) y Rusty Brown Parte 1 (2019).

En cierto modo, todos estos tomos son recopilatorios de páginas realizadas por Chris Ware en otros formatos; ya sea en las dominicales realizadas para los periódicos Daily Texan y Newcity, o en portadas para revistas o proyectos digitales.

En 1985 Ware estudia en la Universidad de Texas-Austin y dibuja para el periódico Daily Texan tiras diarias y dominiales, es ahí donde se crea y se publican por primera vez cómics protagonizados por Floyd Farland, Quimbie the Mouse, el alter ego de Ware con forma de patata y una versión inicial del niño llamado Jimmy Corrigan. Una parte de estos cómics se recopilaron en los primeros ACME Novelty Library. Lo mismo ocurrirá con las dominicales que publicará a partir de 1992 en el periódico New City de Chicago, una porción de ellos formaran parte los ACME publicados por Fantagraphics. Es en ellos donde los lectores y las lectoras descubrirán la historia de los Corrigan. Primero la del solitario, rutinario y bromista oficinista Corrigan, quien tras recibir una carta de su padre, aquel que le abandonó de pequeño, viaja para encontrarse con él. Y después la historia del abuelo y bisabuelo de este oficinista en la época en la que se va a celebrar en Chicago la Exposición Columbina de 1893. Una emocionante historia de padres e hijos, de encuentros y abandonos con los que Ware fue acumulando Eisner y Harveys.

El proceso para Building Stories (2012) fue similar, Ware fue desarrollando parte de la historia en distintos sitios y a lo largo del tiempo. En 2004 publica We ́ll Sleep in My Old Room en Nest Magazine, al año siguiente Ware fue el primero en participar en la sección de cómics de los domingos que recuperaba el The New York Times bajo el título de Funny Pages, donde desde de septiembre de 2005 hasta abril de 2006, Ware publica mensualmente una serie de dominicales bajo el título de Building Stories. En 2006 llega a las tiendas ACME Novelty Library#16 donde las mayoría de las páginas son dedicadas a los profesores y alumnos del colegio de Omaha que formarían parte de lo que en 2019 fue la primera parte de Rusty Brown, pero en las últimas páginas Ware recuperaba la historia del viejo edificio y los jóvenes vecinos que lo habitaban. A partir del 2007 Ware comienza a ocuparse más de esta historia y a expandirla más allá de ese edificio visto en The New York Times, de modo que en ACME Novelty Library#17 presenta el cómic que la madre, sin nombre, dibuja para su hija, donde se recoplian las aventuras de Branford la abeja. Y en ACME Novelty Library#18 se centra en la solitaria vida de esta joven con pierna ortopédica que trabaja con dedicación en una floristería. En años siguientes la presencia de esta historia se mostrará en Kramer Ergot#7, en la portada de New Yorker y en la aplicación del Ipad ya señaladas, hasta que finalmente en 2012 Ware sorprendió al mundo del cómic con la caja titulada Building Stories que contenía 14 formatos distintos donde se desarrollaba la historia de esta joven. Con ello, Ware rendía un homenaje a los diferentes formatos en papel que el cómic strip ha tenido a lo largo de su corta historia, pero además, al no señalar un orden con el que leer, daba lugar a que hubiese 3.113.510.400 formas distintas de leerlo, cada una de ellas ofreciendo al lector una experiencia distinta según conociésemos primero la historia de la mujer casada con el arquitecto y ella dedicada a su hija, o cuando estuvo todo un verano cuidando una casa de clase media o la historia de Brandford o la del edificio y la de sus habitantes, o la tira diaria de su hija o su relación con su profesor o… El orden en el que nos cuentan las historias nos hace verlas y sentirlas de diferentes maneras.

Quimbie the Mouse y The Acme Novelty Library Final Report to Shareholders and Rainy Day Saturday Afternoon Fun Book son tomos recopilatorios al uso. El primero de ellos con los trabajos protagonizadas por Quimbie de The Mouse, Sparky, Larry the Cat, tres cómics del pequeño Corrigan y I guess. En el caso del segundo, Ware recupera tiras de los adultos, Rusty Brown y Chalkie White, el cómic Our history of art, dominicales de Big Tex, Rocket Sam, Tales of Tomorrow, Frank Phosphate Man of the air, Moonrisk 7, Doctor Science y, Quimbie the Muse y Jimmy Corrigan.

Rusty Brown es el cómic mas coral de los realizados por Chris Ware y su enfoque es meridiano: de los 8.000 millones de personas que viven en el mundo, Ware escoge siete; W.K Brown, Alison White, Jordan Lint, Chalky White, Joanna Cole, Rusty Brown y Franklin Chritenson Ware, y desarrolla de manera microscopica su vida; sus alegrias y sus penurias a lo largo de un tiempo concreto, de un pasado, de un presente, de un futuro, y de toda su vida. En este tomo Ware recopila los cómics publicados previamente en New City, Chicago Reader, Quarterly Review y ACME Novelty Library para integrar a los 7 personajes en un átomo del que todos forman parte y donde establecen iteraciones aunque Ware los estudia de manera individual.

6.LO QUE FUE Y SE OCULTÓ, Y LO QUE SE OCULTA Y NO SABEMOS SI SERÁ

A ojos de hoy (y a ojos del año 2000 e incluso de 1992) al ver las 48 páginas que conforman Floyd Farland Citizen of the Future, el primer cómic recopilado por Ware y publicado por una editorial (Eclipse Books), resulta complicado pensar que es obra de Chris Ware, tanto en dibujo y en composición, como en cuanto a temática. Respecto a lo primero, Ware intenta fusionar la vanguardia con lo aprendido con Schulz respecto al empleo del blanco y negro, la utilización narrativa del espacio en blanco que recuerda al Brecia de El Corazón del Delator (1975), así como ecos de El Miserere de Carlos Giménez.

Si el impacto visualmente es grande, aun lo es más respecto a los temas tratados, tan alejados de sus preocupaciones y reflexiones de los últimos 30 años. En Floyd Farland, Ware coloca a una espacie de sosias del Roger Thornhill de Con la muerte en los talones en un mundo distópico al modo de 1984, donde los habitantes están alienados a las proclamas de un gobierno totalitario, racista y violento que basa su economía en el pago abusivo de impuestos. En ese mundo, Floyd Farland es un trabajador alienado más, despreocupado y feliz, pero azarosamente entra en el enfrentamiento entre el gobierno y la organización rebelde denominada “underground”, de la cual sin querer se convierte en su héroe y en su enemigo. ¿Es un cómic político o un cómic meta sobre el mundo del cómic? ¿O ambos al mismo tiempo, siendo Floyd Farland el alter ego del Chris Ware que ha entrado en el negocio del cómic?

Floyd Farland Citizen of the Future, presenta en su parte final dos notas. La primera de ellas de la madre de Chris Ware, donde relata como el dibujo y el cómic ha estado muy presente en la vida de Ware y que su habilidad en este arte ya venía desde pequeñito, de ahí el orgullo y la alegría de ver este Floyd Farland Citizen of the Future impreso. La segunda nota es de Chris Ware, quien señala cuando, donde y como se gestó este cómic, y el trabajo realizado para pasar estás páginas publicadas originalmente en un periódico, a un formato de tomo. Es en su párrafo final donde leemos al Chris Ware que conocemos a través de entrevistas y conferencias “Espero que funcione. Y si no lo hace, siempre puedes darselo a tu nieto pequeño como libro de colorear. Le deseo la mejor de las suertes.”

¿Como se convierte tu primera publicación, donde tu madre escribe una nota, en un libro proscrito y enterrado, hasta el punto de no querer nombrar el título, describirlo como “un cómic dolorosamente malo” y señalar que “cualquiera que me envíe una copia de él, recibirá una postal con un texto y un dibujo a modo de agradecimiento”?

Ese mismo año (1987) Chris Ware recibe una sorprendente llamada, aquel que está al otro lado del hilo teléfonico no es su amigo John Keen gastandole una broma, sino Art Spiegelman, quien le comunica que ha estado viendo sus trabajos, que le gustaría quele enviase alguno y que le encantaría publicarle en RAW. Spiegelman desde aquel día se convierte en una de las personas mas importantes de su vida, no solo es un gran amigo, sino también su mentor e incluso adquiere, de algún modo, la figura de padre. No cabe duda que esta relación cambia el enfoque y la determinación del joven Ware, quien en 1988 comienza a publicar fanzines o minicomics, en 1989 viaja a Nueva York para un encuentro con Art Spiegelman, Françoise Mouly, Gary Panter, Charles Burns, Ben Katchor y Kaz, y en 1990, año en el que se publica en Raw Vol.2 nº2 el cómic Walking up blind (protagonizada por una patata, donde extrapola su sentimiento ante la ruptura con su pareja) realiza un viaje por el Valle de lo Monumentos (Monument Valley) para visitar los lugares donde estuvo una de sus mayores influencias, George Herriman, el mas grande de la historia del cómic. Tras el verano se traslada a Chicago donde se reúne de manera habitual con otros jóvenes historietistas en la cafeteria Myopic Earwax, con quienes realiza fanzines. Algunos de estos compañeros son Daniel Clowes, Archer Prewitt, Gary Leib y Terry LaBan.

¿Quién será Chris Ware para las y los lectores de cómic del año 2067? ¿Y para los lectores del año 2100? ¿Habrá aún lectores de cómics? ¿Se publicarán aún cómics?

Prácticamente ninguna persona que este leyendo estas palabras podrá responder ls anteriores preguntas, porque ya no seremos lectores ni personas. Pero las preguntas no van referidas a cuestiones de reconocimiento ni legado, sino en base a la obra que Clara, la hija de Ware, puede publicar una vez que su padre ya no este en este mundo.

Desde el año 2002, todas las mañanas, lo primero que hace Chris Ware es dedicar una hora a dibujar y escribir una daily strip sobre un acontecimiento vivido el día anterior, un especie de diario en formato cómic. El sentido de este trabajo que lleva realizando desde hace más de veinte años, no es el de ser publicado en un futuro, sino como contenedor memoristico para él, su mujer y su hija, quienes, ante esas páginas, como nos ocurre al ver las fotografías de un viaje o de una celebración, enfrenten el recuerdo de aquella vivencia cotidiana con lo reflejado cuando fue presente.

El estilo es muy distinto por el que se suele reconoce a Ware, en el skeetchbook, se aleja del dibujo cartoon y los diagramas, siendo mas realista y nada poético, es emplea el blanco y negro, tiene mucho texto y cada página puede presentar entre tres o siete días.

Del mismo modo que con la realización de Monograph (2017) Ware escribió su historia, la historia que él quiere que conozcamos, donde Floyd Farland Citizen of the Future no tiene cabida (lo que no se cuenta ni se repite, tiende a olvidarse y ser enterrado por el polvo del tiempo), con esas tiras en formato diario lleva más allá su experimento en base al tiempo y la memoria: Para aquellos que hemos sido coetáneos suyos, Chris Ware es uno de los grandes historietistas de la historia del cómic por los trabajos que hemos ido pudiendo leer en su tiempo presente, pero no podremos leer, ni disfrutar, ni reconocer, el genio de Ware respecto a esas decenas de libretas. Y para aquellas lectoras de 2067 o 2100, Chris Ware es un autor cuya hija esta publicando, en la centenaria editorial Fantagraphics, su obra póstuma. Esos lectores futuros aun por nacer o que ahora están en educación infantil leyendo tomos de Mamut, de Manuel Marsol o Pep Brocal, compraran y leerán ese curioso experimento: lectores del siglo XXII interesándose por las vivencias diarias de un historietista en las primeras décadas del siglo XXI.

¡Y quien sabe! Igual que ahora un parte de las y los lectores nos interesamos y caemos fascinados ante el trabajo de los pioneros del cómic de principios del siglo XX, una parte de los lectores del siglo XXII podrían admirar las reediciones de Fantagraphics de Jimmy Corrigan El chico más listo de la Tierra, Quimbie the Mouse, The Acme Novelty Library, Building Stories, Last Saturday y Rusty Brown.

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APOYO VISUAL

1.CARIÑO Y AUSENCIA

2.LA TEORÍA DEL TODO

3.SINTETIZAR O EXPANDIR

4. INABARCABLE

5.¿NOVELA GRÁFICA?

6.LO QUE FUE Y SE OCULTÓ, Y LO QUE SE OCULTA Y NO SABEMOS SI SERÁ

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